Aún no sabía lo que le había pasado por encima. Probablemente el tren de la montaña rusa en la que estaba subido. Probablemente se habia caido de ésta en algún momento. Pero por el momento no podia determinarlo. Mordido, vapuleado y adolorido, trataba de despabilar y ver dónde estaba, de orientarse espaciotemporalmente. La persistente molestia de la mordedura en su omóplato era un recordatorio de la experiencia por la que habia pasado. Se dió cuenta muy tarde de muchas cosas. Darse cuenta que lo que realmente necesitas es lo que sigue a tu lado, pero que ya es demasiado tarde para luchar por ello sin causar daño, y hacerlo de la peor forma: haciendo daño. A porrazos se aprende, pero cuando el aprendizaje no es un paso adelante hacia tí, y lo que es peor, involucra botar contigo a otra gente; se siente horrible. "Al menos ya se lo que no necesito, eso ya es algo importante" se decía. Pero la verdad es que ahora la verdad era demasiado fuerte como para tratar de seguir ignorándola y tergiveresándola para hacérsela creer a si mismo para no enfrentarla. Ahora está ahí demasiado clara y potente como para no tomarla en cuenta. Aún así, se levantó, sacudió un poco su ropa, sonrió y continuó caminando.
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1 comentario:
Baloo!!! al fin tengo lentes para leer tu insufrible y brillante blog.
Rubén me contó que te cambiabas a un departamento solo (por fin!), así que te escribo para felicitarte, me alegra muchísimo que estés bien y con espacio propio.
Yo ya he ingresado a esta brujería cibernética, que de verdad me complica cantidad, y bueh... ¿Te puedo linkear? Estarás entre lo más chic.
Yo también tengo un departamentito para mí solita, cerca de la U, así que estás invitado con antelación para la inaguración.
Ya gordo,un beso enorme, espero que coincidamos en Chile. Paula.
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