Ortopedismos

Siempre había encontrado las prendas ortopédicas muy excitantes. Cada vez que veía los maniquíes en las tiendas del rubro sufria inevitablemente una erección. Las encontaba tan sadomaso. No es que fueran bonitas en sí sino como le sentaban a los maniquíes, además, según él, estaban hechas para el sexo. Los agujeros en los lugares adecuados. La tela tapando los lugares adecuados. Dejando libres los lugares adecuados. Se imaginaba dominando y siendo dominado por hombres y mujeres ataviados con ellas, en interminables orgías de velcro, neopreno y spandex, se veía a si mismo ataviado con ellas. Lo mejor de éstas era que no era necesario retirarlas... Y el contacto con ellas era tan agradable... Hombres fuertes y grandes, fajados y vendados; mujeres de piel tersa encorsetadas y encollarinadas; manos, brazos, piernas; negro, piel, blanco; todo fusionado en una melcocha paroxística, deliciosa, palpitante...

...el accidente le sirvió para cumplir su fantasía.
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Como lo había predicho, el habitante isleño decidió no destinar sus recursos a salvar otra causa perdida. 6.1 era una parte demasiado grande como para hacerlo. Luego del huracán, el habitante isleño no podia hacer nada mas que pulular insensatamente alrededor de la isla, además estaba destinando sus preocupaciones a otra causa perdida, de la cual no puede desligarse fácilmente. Así que simplemente absorbió el daño psicolinguístico, con la esperanza de que la próxima vez lo afrontaría acompañado por todos los flancos.
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Nothing is more orthopedic than one's self-image.