27.6.04

Johnnie Walker's Revenge

La niebla que repentinamente cubrió la ciudad pudiese haber sido un presagio. Jamás había visto niebla tan espesa. De hecho, jamás había visto algo que mereciera ser llamado niebla. Neblina era un sustantivo adecuado para adjetivizarlo, normalmente. A pesar de estar fascinado y aterrorizado con ella, le daba lo mismo, estaba caminando. El sonido del mundo bloqueado. Caminaba rápidamente entre las personas semi invisibles, borrosas e indistintas entre la neblina iluminada por el alumbrado público y el neón de las tiendas. Una representación algo mas visual de lo que pensaba sobre las personas. Pero las circunvoluciones que la niebla hacía al seguir la perturbacion del aire que su cuerpo en movimiento provocaba, no lograban más que fascinarle, desenfocar su atencion de la actividad mecánica que realizaba y reenfocarla en la belleza del movimiento de las pequeñas partículas de agua. Pequeñas partículas de agua, como las personas. Esas mismas cuyas siluetas su movimiento distorsionaba ahora. Era gracioso ver como se arremolinaban, alejaban y golpeaban contra su cuerpo. Pero ver que ahora sus propias siluetas eran modificadas por su paso, era maravilloso. Por un instante la niebla lo ayudó a ser dueño y señor de lo que lo rodeaba, por un instante, no necesitaba esquivar a la gente, por un instante sólo la atravesaba y disolvía. Por un instante, sólo por un instante...

...luego se subió al bus...

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current audio input Klaus Schulze - Friedrich Nietzsche

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