12.6.03

Se desperto con esa sensacion extraña, molesta, penetrante de saber que se olvidaba de algo, pero no recordaba de qué. Se duchó, desayunó y lavó sus dientes, pero no podía recordarlo. Bruscamente abrió la puerta de su departamento y salió. "Hola vecino"... "Hola vecina", repitó varias veces, mecánicamente, mientras la molestia trepanaba su cráneo. El conserje le entregó su diario, como todos los días; lo recibió, como todos los días; "Gracias", como todos los días. Pero la molestia seguía ahi, inusual, persistente... "Cierto, hoy tengo restricción" Pensó, diluyéndola un poco, "Me iré a pié". Salió a la calle, caminó un poco. Semáforo. Rojo. Molestia. Se detuvo, abrió el diario, hojeó un poco, no podía ahuyentarla. Verde. Molestia. Cruzó. Estruendo. Sorpresa. Descanso... Mientras la mole blanca (¿un camión? ¿un bus?) se precipitaba a su encuentro, girando en un carrusel de fuego, por fin logró recordarlo...

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